A pesar de que ahora nos parezca una eternidad, el teletrabajo se instaló en nuestras vidas hace tan solo unos cuantos meses. Y, aunque en muchos casos se ha demostrado que esta modalidad ha aumentado la productividad de los trabajadores –el informe El Futuro del Trabajo tras el COVID-19 de la agencia Robert Walters afirma que «el 47 % de los profesionales reconoce haber conseguido mejores resultados desde que trabaja en desde casa»–, para muchas empresas esta medida solo era una solución temporal.
Ante tal situación, estas organizaciones deben enfrentarse al reto que supone volver a recibir en la oficina a un alto porcentaje de la plantilla; por ello, se hace necesario contar con un plan de actuación que haga el regreso lo más amable para todos.
Cómo organizar la vuelta a la oficina post COVID-19
1. Adaptación del espacio de trabajo
La reapertura de las oficinas no implica que todo vaya a seguir exactamente igual que antes. Las consecuencias de la pandemia traen consigo una reestructuración de los lugares y puestos de trabajo para cumplir con la normativa y garantizar la salud de todos los trabajadores.
Así pues, para evitar las aglomeraciones, la reincorporación del equipo deberá ser con horarios de trabajo escalonados. De esta forma, se podrá dejar espacios libres entre los trabajadores para respetar la distancia de seguridad.
Asimismo, aquellos espacios de uso común en los que coincidan un mayor volumen de personas –como cantinas u office– también deberán utilizarse por turnos y con un número limitado de personas.
2. Consideración de las situaciones individuales
La vuelta al trabajo presencial no se reduce solo a la acomodación de los diferentes miembros del equipo, sino que también se deben considerar sus preocupaciones y responsabilidades individuales, que en muchos casos vienen derivadas de este período.
Compatibilizar la vida laboral en la oficina con las obligaciones individuales de la vida privada como, por ejemplo, el cuidado de los hijos siempre ha sido complicado, pero todavía más en estos momentos. Por tanto, es importante demostrar un grado mayor de empatía y escucha con las situaciones personales de cada uno.
3. Priorización de la salud
El factor que más rechazo causa a los trabajadores ante la vuelta a la oficina es el elevado riesgo de infección. Por eso, es vital ofrecerles todas las garantías sanitarias para hacer que su jornada laboral transcurra en un espacio seguro.
Además de las medidas básicas como el uso de la mascarilla, la distancia social o la colocación de geles hidroalcohólicos, es fundamental ofrecer información sobre las actualizaciones, los protocolos a seguir en caso de infección, etc.
4. Reajuste de la vida de la oficina
Es posible que muchos trabajadores vean la vuelta a la oficina como algo muy positivo y necesario; sin embargo, otros tantos se habrán adaptado al teletrabajo y verán esta vuelta como un elemento desmotivador.
No obstante, por la naturaleza de la compañía o los puestos, puede que el trabajo presencial no sea una opción indispensable. En estos casos, es recomendable realizar encuestas que permitan saber las preferencias de cada uno. De este modo, se podrá mantener tanto su grado de motivación como de productividad.
5. Comunicación constante y fluida
La comunicación es una de las herramientas más potentes y que más transparencia aporta en una empresa para con los empleados. Por ello, es importante desarrollar un plan de comunicación para que todos los trabajadores conozcan y se familiaricen con la situación de la empresa, así como con sus nuevas necesidades. Es posible que se hayan producido cambios en los objetivos que puedan afectar a las funciones individuales.
Debemos ser capaces de transmitirles nuestro apoyo, explicar por qué se han realizado los cambios recogidos en los puntos anteriores y transmitirles que son por el bienestar de todos.
En definitiva, puede que la aparición del coronavirus nos pillase desprevenidos y tuviésemos que enfrentarnos rápidamente a numerosos cambios para que las empresas pudiesen sobrevivir, pero ahora, tenemos la ventaja de que el tiempo juega a nuestro favor para poder realizar una estrategia sólida y eficaz para la vuelta a la modalidad presencial.
En Kleinson, ya nos estamos preparando la nuestra para la vuelta a las oficinas.