Una investigación ha demostrado que los sentimientos no tienen el mismo significado ni traducción en todos los idiomas.
Un sentimiento no significa lo mismo en una lengua que en otra
El estudio, realizado de forma conjunta por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana y de la Universidad Nacional de Australia, ha analizado el significado y la naturaleza de los conceptos emocionales en casi 2500 idiomas de todo el mundo. Para ello, ha utilizado un nuevo método de lingüística comparativa basado en redes de colexificación: fenómeno que se da cuando una palabra tiene múltiples significados semánticamente relacionados.
Qué resultados se han obtenido
Los resultados de la investigación sugieren que el significado de las palabras que expresan emociones puede variar entre idiomas, ya que existen variaciones significativas en este tipo de redes. Por ejemplo, la emoción de la «sorpresa» se asimila a la del «miedo» en algunas lenguas, mientras que en otras, se asimila a la de la «esperanza» y «querer»; es decir, el significado de una misma emoción tiene connotaciones negativas o positivas en función de la lengua en la que se utilice.
Cuáles son las posibles causas
Los investigadores también han llegado a la conclusión de que estas distancias semánticas no son aleatorias, sino que tienen un fuerte componente geográfico y cultural, pues los enfoques similares suelen darse en familias lingüísticas con orígenes geográficos próximos o comunes. Así pues, factores como el comercio, las migraciones o el contacto histórico tienen una fuerte influencia en la connotación de los sentimientos.
Cómo se ordenan dichos conceptos
No obstante, el estudio arroja una estructura universal que sirve para organizar los conceptos emocionales que forman las redes de colexificación. Según Kristen Lindquist, la investigadora principal de este proyecto, dicha estructura depende de «dos dimensiones psicofisiológicas comunes compartidas por todos los humanos»: la valencia –si la emoción es agradable o desagradable de experimentar– y de la activación –niveles altos o bajos de excitación fisiológica asociada a la emoción– de los conceptos.
Cómo solventar este escalón cultural
Está claro que, a pesar del fenómeno de globalización que experimentamos en la actualidad, cada cultura tiene sus propias particularidades que las diferencia de otras, ya sea a nivel social, culinario, laboral… Sin embargo, todas ellas quedan reflejadas en el idioma, pues es la mejor forma de comunicarse entre la población que comparte una misma cultura.
Nuestra experiencia en el terreno de la consultoría de idiomas y los cursos de inglés para empresas nos ha demostrado que tan importante es aprender una lengua como todos los componentes sociales y culturales que la rodean.
Por ejemplo, para poder desenvolverse de forma adecuada a la hora de negociar con clientes de otro país, puede que no sea suficiente con saber únicamente su idioma, sino que puede ser crucial conocer también las peculiaridades protocolarias por las que se rigen.