En la actualidad, las empresas y organizaciones laborales han evolucionado hasta tal punto que han realizado grandes cambios en sus estructuras. Uno de los principales cambios es la formación de equipos en el trabajo.
En vista de que se trata del desempeño de tareas con un grupo de personas distinto, es necesario que sepamos cómo conformarlos para completar nuestros objetivos. Para que nuestra compañía funcione, se requiere una conformación de equipos de trabajo exitosos.
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Los equipos de trabajo en el ámbito laboral
Uno de los fundamentos que tienen las organizaciones son los equipos de trabajo, pues los mismos son los que determinan la colaboración que se lleva, así como la calidad que se consigue en los resultados obtenidos. Esto quiere decir que son primordiales a la hora de enfrentar un cambio.
Sea cual sea el ámbito en el que queremos que nuestro equipo se desarrolle, puede ser complicado lograr que un equipo consiga una buena colaboración y un trabajo eficiente, si entre ellos no existe una serie de mecanismos de confianza, o que no se saque el máximo esplendor de sus habilidades tanto individuales como de equipo. El manejo que tiene el equipo con respecto a sus expectativas es sumamente relevante.
Aunque parezca algo evidente, sabemos que no debe confundirse trabajar en equipo con trabajar de manera eficiente. Esto se debe a que es posible que nos concentremos tanto en el mencionado equipo, que comencemos a pasar por alto sus tareas diarias. El trabajador debe saber adaptarse y ser flexible entre cada una de las tareas asignadas.
Cuando nos dispongamos a comenzar un proyecto, debemos hacer un estudio mental en el que pensemos en cada integrante del equipo que realizará el mismo, pues al hacerlo, utilizamos los conocimientos y recursos de manera adecuada, evitando generar riesgos o malentendidos. Los equipos de trabajo deben saber cómo se debe llevar un proyecto en cualquiera de sus diferentes caras:
- Negocio: El equipo se desarrollará en un ámbito en el que debe comprenderse el contexto que rodea al proyecto, así como los alcances requeridos.
- Técnico: Se requiere la identificación de los aspectos técnicos del proyecto, para los que también se evalúan las habilidades que se encuentran dentro del equipo para así terminar consiguiendo las salidas y resoluciones adecuadas.
- Social: Se trata más sobre la empatía y el conocimiento que se consigue con los demás miembros del equipo, así como el encuentro de las áreas de habilidades e intereses de ellos.
- Equilibrio coste vs tiempo: Se entienden los campos en donde se desarrollan los términos de gastos de recursos, así como el conocimiento del presupuesto completo.
Aunque crear un equipo de trabajo puede ser una tarea que requiere tiempo, generar buenos miembros y un equipo fuerte mediante una serie de etapas, permitirá que un montón de extraños pasen de ser solo miembros de trabajos, a compañeros con una meta en común. Lo que dará como resultado programas exitosos.
Las 5 etapas del desarrollo del equipo
El modelo de desarrollo de equipo más usado, que resulta en grandes beneficios para la empresa, es el método de Bruce Tuckman, que contempla una serie de 5 fases del trabajo en equipo para que se realice de manera adecuada.
1. Formación
Esta es la primera parte de las etapas, en donde se conforma el equipo. Con este paso se quiere buscar a los miembros, siendo conscientes que entre ellos aún no hay una confianza desarrollada, por lo que la toma de decisiones será un poco difícil de abordar.
El líder del proyecto será crucial en esta fase, pues necesitará dirigir a todos los demás a conocer los objetivos del proyecto, además de permitirles a cada uno de los integrantes desarrollarse en un rol específico. Una buena forma en la que se puede complementar el equipo es realizar una reunión primaria en donde los mismos se presenten y se conozcan.
Esta dinámica sencilla no llevará mucho tiempo, y es más, será la que fomente los vínculos entre los compañeros, además de dar pie que hace falta para continuar con el paso 2.
2. Enfrentamiento/conflicto
Comienza el trabajo del equipo en el proyecto, por lo que tarde o temprano se requerirán las actualizaciones del mismo. Es en esta parte donde se debe tomar presencia, pues los conflictos se generan debido a las diversas opiniones y las competencias entre ellos.
De nuevo, el rol de líder vuelve a ser imprescindible en el equipo, ya que será quien determine dónde están los conflictos, y cómo solucionarlos siendo el mediador cuando sea necesario.
3. Normalización
A medida que el proyecto siga su curso y se hayan llevado las etapas anteriores, continuará el paso 3, la normalización entre los colaboradores. Para este punto la comunicación y la confianza habrá aumentado, por lo que sus propios conflictos serán resueltos sin problemas, causando un nuevo punto de colaboración óptimo.
Cuando el desempeño del equipo haya mejorado por esta nueva confianza adquirida, se verá al líder más como un rol de soporte, debido a que su intervención no será requerida con tanta frecuencia. Por tanto, se llega al punto determinante del proyecto. El líder debe recordar no tener todos los detalles, sino más bien dejar que los miembros se encarguen.
4. Desempeño
Finalmente, se ha logrado instituir las bases de un buen equipo, por lo que el desarrollo y la colaboración de los mismos es bastante óptima, especialmente para el propósito del proyecto entero. Debido a que el equipo ya ha logrado un buen punto de autonomía, el rol del líder sigue como soporte y pasa a un plano de solo supervisión.
5. Finalización
A estas alturas, se habrá conseguido llegar a la culminación del proyecto, por lo que las etapas del objetivo inicial deberán estar por cerrar, así como las tareas de los miembros del equipo. Es cierto que habrá una sensación de bienestar por la culminación del proyecto, pero puede que se genere un aura de vacío entre los miembros por la pérdida de amistad después tras la finalización.
Para terminar, se vuelve a reparar en las metas y las labores que se tenían para así denotar si se cumplieron. Cuando analizas estas 5 etapas en la elaboración de un equipo, notarás que este proceso de conformación añade valor al trabajo. Es más, se consigue congeniar hasta el punto de crear amistades duraderas.
6. Disolución
Muchos estudios han determinado que el procedimiento llevado para con estas etapas termina en la buena dedicación para crear equipos fuertes en las empresas o proyectos. Asimismo, se puede evaluar a plenitud las capacidades y puntos fuertes de cada uno de los miembros, por lo que se realizan trabajos con mucha más rapidez y eficiencia, que cuando solo se deja a los equipos crearse por ámbitos aleatorios.
Finalmente, con esto podemos darnos cuenta de que, los equipos en el ámbito laboral no son opcionales, sino que son necesarios para la buena culminación de un proyecto. Con esto también se nota la importancia que tiene crear un equipo multifacético con diferentes habilidades, buscando que su relación cree compañerismo y lealtad hasta fuera del trabajo.