Hoy día, a la hora de buscar trabajo, las grandes empresas se han centrado en buscar aquellos candidatos que han podido desarrollar sus habilidades blandas junto con sus estudios. Pero, ¿qué son estas habilidades y cómo podemos usarlas?
¿Desarrollo de las habilidades?
Cuando estudiamos, nos formamos en muchos aspectos, no solo en la teoría de nuestra materia, sino también en la metodología que debemos llevar. Aunque con esta, los profesores también buscan que desarrollemos una serie de habilidades que harán que nuestra formación sea más completa.
Todos los programas como los masters, los doctorados, los cursos complementarios y demás, destacan aspectos del mercado laboral que debemos tener en mente, dándole al estudiante aptitudes tanto duras como blandas.
Habilidades duras
Las habilidades duras son aquellas que se identifican principalmente como el conocimiento académico que haya adquirido el estudiante, así como la formación que consiga a nivel curricular.
Habilidades blandas
Por su parte, las habilidades blandas se centran en una serie práctica de aptitudes, conocimientos, detalles, rasgos de la personalidad y valores que hacen que el trabajo se desempeñe de manera más completa y con gran exponencial.
¿Qué hace relevante a las habilidades blandas?
Cuando se llevan a cabo una serie de competencias, las habilidades duras suelen ser más sencillas de medir que las blandas. Esto se debe a las pruebas diagnósticas que se le hacen a los candidatos con el fin de determinar si está cualificada o no. No obstante, estas pruebas resultan limitantes, pues, aunque se destacan los conocimientos, se deja fuera el punto más importante: la interacción.
Y es que la interacción se ha vuelto realmente relevante, ya que la actitud tanto del empleado como de la empresa influye en el desarrollo exitoso de la misma. Este protagonismo necesario ha hecho que los recursos humanos cambien su perspectiva con el fin de centrarse en conseguir y promover las relaciones interpersonales más que el conocimiento.
Es aquí donde comienzan a relucir las habilidades blandas o soft skills, caracterizadas por una serie de aptitudes sociales y comunicativas. Pero, ¿realmente son tan relevantes en el terreno laboral? La respuesta es «sí»; pues la realidad es que, en la actualidad, los reclutadores suelen calificar a alguien con “alta cualificación”, sin tomar demasiado en cuenta el conocimiento obtenido en los estudios.
¿Quiénes buscan personas con habilidades blandas?
Tal como mencionamos arriba, los principales interesados en estas habilidades son los reclutadores, y con estos, los futuros reclutas, buscando que los mismos se destaquen en el diálogo fácil, iniciativa y la actitud positiva. Es cierto que no todos gozan de esta habilidad natural, pero eso no quiere decir que no puedan desarrollarla.
Después de todo, aunque esto suena difícil de lograr, estas habilidades se pueden desarrollar con estudio y trabajo. De hecho, algunas empresas generan una serie de programas con el fin de optimizar su capital humano.
Con frecuencia notamos cómo las organizaciones se esmeran por hacer de sus empleados, personas con habilidades blandas desarrolladas. Pero cuando nos enfocamos más en el área de recursos humanos, se nota cómo estos ven en el coaching organizacional un elemento imprescindible para desarrollar y fomentar las competencias sociales y sus propias capacidades.
¿Por qué son importantes las habilidades blandas?
Aunque más adelante hablaremos de cuáles son dichas cualidades, algunas de ellas destacan con más frecuencia que otras. Estas son la resiliencia, la empatía, la resolución de problemas, la colaboración y la gestión de los equipos en los contextos laborales e interpersonales. Si todo esto se solucionara de manera sistemática, no se necesitarían estas habilidades, pero como sabemos, esto no sucede de dicha manera.
Resumiendo, son importantes estas habilidades en los aspirantes a un puesto de trabajo, porque una empresa no se basa en conocimientos académicos, sino en la resolución mediante ellos. Recordemos que se trata de unos entes que realizan jornadas de trabajo de 8 a 12 horas, por lo que, para desarrollar el entorno óptimo de trabajo, se requiere de aptitudes que promuevan la resolución técnica de problemas.
Principales habilidades blandas
Todas las habilidades blandas nacen del interior de la persona, y terminan convirtiéndose en una serie de cualidades dignas de imitación. Como mencionamos antes, aunque no se nazca con ellas, aún se pueden aprender. Las más destacadas y en las que se centran las empresas son:
Comunicación
La comunicación es una de las cualidades principales de los seres humanos, es más, dependemos de ella para todo, por lo que la forma en la que nos expresamos es de suma importancia para conseguir el éxito laboral en tu lugar de trabajo.
Claro está, hay trabajos en donde este aspecto adquiere incluso más relevancia: como lo son las carreras de capacitación, en las ventas, y los recursos humanos. Aun así, la comunicación no es solo hablar y ya, la buena comunicación trabaja en conjunto con cualidades como la empatía, la seguridad, la claridad, la comunicación verbal y no verbal, y la amigabilidad.
Adaptabilidad
Esta habilidad blanda nace junto con la flexibilidad, trabajando de manera conjunta con el fin de lograr el mejor entorno de trabajo, donde reluzcan las cualidades, aunque se trate de un área no tan desarrollada del mismo. Esta competencia es de suma importancia en las empresas, pues es la que determina el ritmo de trabajo y su calidad, además de sacar a relucir las otras cualidades.
Esta cualidad es necesaria desarrollarla más a fondo cuando se trata de empleos en profesionales que lo exijan, como la enfermería, las relaciones públicas, la publicidad, la coordinación de eventos y demás. Asimismo, la adaptabilidad debe combinarse con puntos como la motivación, la curiosidad, la autoestima y la organización.
Ética de trabajo
Se cree que es de las habilidades blandas que más relevancia tiene en el campo laboral y que además es la que termina fundamentando el carácter y los valores. No es una habilidad de un solo trabajo, sino de todos, por lo que los trabajadores no se deben alejar de ella. La misma se basa principalmente en la profesionalidad del ámbito laboral, así como la disciplina, la creatividad, el trabajo en equipo y el compromiso.
Pensamiento creativo
Cuando los reclutadores piensan en la contratación de un candidato con frecuencia piensan en cómo razona y toma sus decisiones, así como el aspecto positivo que aporta a la empresa y la óptica con la que buscó resolver los problemas.
No importa en qué área se trabaja, la creatividad es la resolución de problemas fuera de los estándares preestablecidos. Los candidatos con dicha cualidad consiguen pensar en frío durante momentos de tensión, así como llegar a un análisis concienzudo y una buena conclusión junto con su equipo.
Trabajo en equipo
El ser humano es un ser social, por lo que, la interacción de los empleados en los trabajos es crucial. Es imposible que en algún momento se realice un trabajo 100 % individual, pues se necesita usar la posición actual para llegar hasta otro punto, concluido por otro ser.
Los buenos tratos entre los compañeros, la comunicación y la empatía son los puntos que lograrán que el entorno de trabajo se desarrolle de manera amplia y los trabajos, por tanto, se terminen con éxito. Junto con esta, se busca desarrollar aptitudes como la colaboración, la coordinación, el manejo de conflictos, la delegación y el intercambio de ideas.
Liderazgo
Ideal para cualquier trabajo, el liderazgo es ese punto de las habilidades blandas que conjuga todas las demás en un orden correcto, pues es la que permite la buena transacción de ideas y resoluciones que se tiene con los demás miembros del equipo. Con el liderazgo, se quiere lograr una buena capacidad de resolución y el deseo por tomar la delantera sin ser necesariamente el “jefe”.
Planificación y gestión del tiempo
Entre la misma entra la buena gestión de las actividades, y saber cómo llevar estas dentro de un plan de tiempo dirigido a las horas dedicadas en la empresa. Esta misma categoría no solo se limita a la persona en cuestión, sino al equipo completo, donde también entran las tareas diarias y las resoluciones más grandes del día.
Toma de decisiones
Aunque en cierta manera entra junto con la cualidad del liderazgo, también es necesario mencionar específicamente la toma de decisiones en las habilidades blandas que se requieren en las empresas, tan solo por el hecho de que es la que da a conocer los resultados buscados.
Es cierto, todos tenemos cierto nivel de toma de decisiones en el campo laboral y personal, pero lo que se busca destacar, no es solo saber qué hacer, sino la capacidad de resolución de problemas, en pocas palabras, tomar la decisión correcta en situaciones difíciles.
Orientación a resultados
No sirve de nada que, después de haber analizado esta serie de cualidades, se termine entrando al área incorrecta, el objetivo siempre será conseguir resultados con las mismas, pero esto no siempre está claro.
El objetivo de la persona que desea obtener esta cualidad es la de poder trazar una meta y alcanzarla. Para ello, debe hacer un buen plan, con pasos concisos que la lleven a ella. Por lo que no es una actitud solitaria, sino que combina todas las anteriormente conversadas.
Negociación
Finalmente, el resultado monetario. La negociación es aquella habilidad que le permite al usuario conseguir un acuerdo entre dos o más partes. Aunque se centra en todos los empleos, pues todos venden, es una cualidad altamente requerida por alguien que desee desarrollar el liderazgo, o que vaya a desempeñar un puesto como este.
¿Cómo desarrollar las habilidades blandas o soft skills por medio del Coaching?
Aunque todos tenemos estas cualidades de cierta manera en nuestro interior, puede que algunas de ellas requieran atención. No hay un resultado mágico para ganar estas habilidades, pero sí hay ciertos puntos que puedes realizar en tu día a día para desarrollarlas con determinación, fíjate cuáles son:
Gestiona tus emociones
Cuando nos centramos en prestarle atención a nuestras emociones, desarrollamos un mayor control de las mismas en situaciones en donde tienden a desenfrenarse, como puede ser en el trabajo cuando nos enfrentamos a problemas, estrés, pérdidas repentinas, crisis o momentos en los que la demanda aumenta.
Con el fin de dominar este punto, es necesario no perder los estribos, y para ello debes saber identificar cuáles son las situaciones que detonan tus emociones, o que sientas que podrían ser una debilidad. Si las conoces, sabrás cómo trabajarlas en esos momentos.
Trabaja en tu concentración
La concentración es fundamental en el trabajo, y si no la desarrollamos, podríamos perderla cuando más la necesitemos. Con el fin de aumentar nuestra capacidad de resolver tareas y proyectos extensos, es necesario concentrarnos en la ardua labor de cosechar compromiso.
Aunque el compromiso es considerado como una aptitud que nos lleva a querer algo, no se queda allí, pues es lo que crea en nosotros el enfoque que necesitamos para cumplir con una meta trazada. Sin embargo, es una cualidad presente en todos los seres humanos, aunque no nos demos cuenta.
Si quieres desarrollar compromiso y a su vez concentración, deberás de enfocar tu motivación en los intereses que tengas para con la empresa, así como tus metas con ella y el futuro que le ves.
Mantén siempre una buena actitud
La actitud va ligada con las energías, y no dormir por dar más horas al trabajo no aumentará la productividad, sino más bien lo contrario. Es importante saber que, con el fin de rendir de manera adecuada, debes tener un espacio cómodo, en donde tu salud mental y emocional reluzcan, aspectos que solo permanecen con nuestra actitud.
Para poder conseguir mantener una buena actitud en el trabajo, deberás saber colocar el trabajo en su lugar, pero al mismo tiempo obtener un ambiente laboral divertido y dinámico.
Esto se logra mediante una comunicación afectiva con tus compañeros, lo que genera que las ofertas de ayuda, los pedidos que hagamos, y el cumplimiento de estas se vuelvan un factor de amistad sincero. Si te esfuerzas con tu actitud y energías, lograrás fomentar confianza y apoyo con los demás empleados.