La habilidad para dirigir a una empresa o equipo, también conocida como estilo de liderazgo, es cada vez más reconocida y necesaria en diferentes campos de la vida, pero específicamente destaca en el laboral. No obstante, es necesario saber en qué área nos estamos desarrollando pues hay diferentes tipos de liderazgos en los que aplicarlos. Identifica cuáles son y aprovéchate del que más te guste.
¿Qué es el liderazgo?
Para poder enumerar cuáles son los diferentes tipos de liderazgo, es necesario que sepamos a qué nos referimos con esta palabra. Aunque puede que conozcamos el concepto de jefe, no todos los jefes son líderes.
Y es que un líder es aquel que se implementa en una estructura jerárquica, en donde la misma ejerce todo el poder de mando, o que lleva la delantera sobre algún trabajo o acción en específico. Con frecuencia, los líderes no se dedican a mandar, sino a dirigir con el ejemplo.
Aunque esta cualidad es sobresaliente, es muy necesario saber cómo aplicarla, pues hay diferentes formas en las que puede brillar. A continuación veremos cómo.
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Los 10 mejores estilos de liderazgo
Liderazgo natural
Se trata de un tipo de liderazgo que nace de manera natural, o que se muestra sin previa preparación o adoctrinamiento.
Como se menciona en su nombre, se trata de un tipo de liderazgo espontáneo. Estos líderes son más conocidos por sus compañeros debido a esta espontaneidad, además de denotar habilidades de comunicación, carisma y personalidad que hacen que todo el trabajo sea más sencillo y práctico, resultando en éxito.
Liderazgo “Laissez-faire”
Este liderazgo nace como expresión francesa, que significa “déjalo ser”. Con estos líderes, se denota la no intervención con compañeros que tienen una forma preestablecida de realizar un trabajo, lo que hace que se involucren más con otros miembros del equipo de manera estricta o que son requeridos en un momento dado.
Con este tipo de líderes, los empleados tienen mucha más libertad y logran realizar sus tareas según sus propias decisiones, aunque con ciertos límites de por medio. Con estos líderes, es bueno valerse de miembros experimentados en cada área, pues se permite trabajar sin supervisión.
Liderazgo democrático
Con este tipo de liderazgo, se destaca la participación, pues su estilo de dirigir se centra en la colaboración motivada, por lo que todo el grupo de trabajo toma una decisión.
Con ello, es muy común notar que hay participación de los empleados, lo que hace que se sientan valorados y escuchados. Además de ello, se consolida un sentido de pertenencia, en donde se asientan bases sólidas para cada una de las habilidades y conocimientos de los empleados, sobre todo cuando se trata de cuestiones específicas.
Liderazgo autocrático
A diferencia del liderazgo democrático, este tipo de liderazgo se basa en la toma de decisiones sin basarse en las opiniones de los demás empleados o compañeros de equipo.
Este es el estilo más tradicional de liderazgo, por lo que crea una especie de imagen de autoridad. Efectivamente, este líder logra enviar directrices claras y directas a su equipo, las cuales los subordinados acatan. Aunque se trate de un liderazgo muy unidireccional, es de los más efectivos en el campo laboral. Todo ello, siempre sujeto a la supervisión constante de miembros que necesitan más vigilancia para evitar errores.
Liderazgo transaccional
El nombre de este tipo de liderazgo proviene del intercambio entre los empleados y los líderes. Con el mismo, se dictan unas reglas para el trabajo, y, tras esto, se recompensa con un premio a aquellos que logren un buen desarrollo laboral. Claro está, con su contraparte, ya que también se puede castigar a los que no hayan cumplido con las expectativas.
Este tipo de liderazgo buscará lograr un buen enfoque de los objetivos, así como un mecanismo sencillo de premio o castigo. El problema de este tipo de liderazgo, es que podría llegar a generar en los empleados un compromiso que no sea sincero, sino que lo hagan con el fin de evitar una penalización.
Liderazgo burocrático
Al emplearse el tipo de liderazgo burocrático, las reglas no podrán romperse. El objetivo del mismo será apegarse siempre todo lo que se pueda a ellas.
Los procedimientos de la empresa y sus políticas son lo ideal para este líder, lo que lo llevará a regir el trabajo de todos en base a estas de manera rigurosa, sin la libertad de tomar ideas creativas, ni desvíos en los procesos previamente establecidos en la compañía.
Liderazgo carismático
Tal como podemos notar de su nombre, el liderazgo carismático se basa principalmente en la personalidad del líder. El mismo se desarrolla mediante sus habilidades interpersonales, así como en su comunicación con el equipo, que resulta en motivación para el mismo.
Con esos líderes veremos la empatía, la habilidad de escuchar y el don de congeniar con las personas. Tanto es así, que con estos líderes, se logra seducir tanto a los empleados como a los clientes, generando una lealtad incondicional.
Liderazgo transformacional
Si se busca un intermedio entre los tipos de liderazgo mencionados, se considera que el transformacional es el más indicado. Este, más que ser una imagen de autoridad, logra convertirse en un apoyo para sus empleados. Con sus habilidades trata de inspirar a sus compañeros, así como generar buenas estrategias creativas y cómodas de trabajo.
Los empleados cumplen con sus trabajos gracias a este líder, no porque consigan un premio, sino porque quieren superar sus propias metas, valores y objetivos.
Liderazgo orientado a las personas
Entre los tipos de liderazgo eficiente está el que va orientado a las personas. ¿Cómo es esto? Se trata de ese tipo de líder que pone en primer lugar a las personas, con el fin de lograr llenar sus necesidades de una manera apropiada. Para con sus empleados, este líder busca identificar las principales habilidades y fortalezas de los mismos, lo que hace que las aptitudes de la empresa aumenten.
Liderazgo orientado a las tareas
A diferencia del anterior, con este tipo de líderes se busca centrar las tareas como un punto principal entre los empleados y el líder. Con el mismo se delegan las tareas, y se organizan las funciones con el fin de asignar roles y cumplirlos lo más pronto y efectivo posible.
En definitiva, existen muchos tipos de liderazgo, pero no todos son válidos para los distintos perfiles de profesionales. Saber cuál es el que más te conviene puede ser una tarea minuciosa, pero, a largo plazo, tendrá unos beneficios incalculables tanto para ti como para tu equipo.
Si te interesa descubrir cuál es el estilo de liderazgo más apropiado para ti, en Kleinson te podemos ayudar.