En el campo laboral actual, se han estado desarrollando ideas innovadoras que permitan mejorar e incrementar la productividad de una empresa o un ente comercial. Uno de los puntos con los que se lidia con frecuencia es la lucha continua con los dos grandes enemigos empresariales: el absentismo y la siniestralidad. ¿Qué son y qué tienen que ver con el coaching para una cultura preventiva?
¿Qué es el coaching?
Para poder determinar el punto de importancia que tiene el coaching en una cultura preventiva, primero es necesario que sepamos a qué nos referimos cuando hablamos de “coaching”. Se trata de un proceso de acompañamiento muy presente de manera concreta o indirecta en las diferentes empresas, grupos o equipos de personas que desean alcanzar la excelencia en sus habilidades.
En el proceso de coaching, intervienen un coach y un coachee, o grupo de coachees. Entre ellos se establece una relación a lo largo del proceso que genera seguridad, confianza y, además, fomenta al potenciamiento de habilidades para el coachee, junto con su crecimiento profesional, ayudándole a descubrir su talento interno verdadero. Por tanto, el coachee quien realmente se encarga de dar el cambio de perspectiva, de acción y aprendizaje.
El coach por su parte es quien trabaja para desarrollar competencias en áreas como la empatía, el buen entendimiento, flexibilidad y, sobre todo, la tolerancia. Este tiene que lograr conseguir que su cliente reflexione y comprenda los puntos de mejora, con feedbacks sin prejuicios, ni opinión, pues su deber es guiar y ser una ayuda que genere un cambio.
Una vez que el coach logra conseguir que su coachee entienda estos puntos de trabajo, es el momento de comenzar con el proceso de cambio. En pocas palabras, el coach trabaja con el fin de lograr que se obtengan resultados exitosos en el ámbito laboral, sacando a relucir la reflexión, los planes de acción y la gestión del cambio en su coachee.
¿Cómo aplicar el coaching para una cultura preventiva activa?
En el mundo laboral en que vivimos, es más que necesario el cambio con respecto a la cultura preventiva de las empresas, pues se deben potenciar los valores y conseguir transmitir la necesidad de tener una buena seguridad y salud para que el trabajo diario sea óptimo, es decir, una cultura preventiva activa.
Y aquí es donde precisamente entran los coach, pues gracias a ellos se puede conseguir este cambio de mentalidad, permitiendo que sean sus habilidades de trabajo y sus valores, los factores determinantes en la buena presentación de una cultura preventiva activa.
Al introducirse el coaching en la prevención de riesgos laborales, se trabaja básicamente la creación de actitudes seguras, se estimula el aprendizaje sano y, sobre todo, la creatividad, lo que fomenta la participación de los empleados de manera activa, mejorando sus condiciones de trabajo. “Empleado feliz, trabajo exitoso”.
Tanto el coaching individual como el coaching de equipos velarán siempre por la seguridad y la salud de cada uno de los miembros de la empresa, aunque pueden ser requeridos específicamente en campos diferentes.
Ámbitos de actuación del coaching para PRL
- Reducir de los factores psicosociales y de estrés entre los miembros o equipos.
- Cambiar las actitudes inseguras tanto en aspectos psicológicos como físicos.
- Acabar con el absentismo y el presentismo.
- Crear un buen desarrollo de un liderazgo ejecutivo confiable.
- Gestionar los conflictos entre los miembros de la empresa.
- Establecer objetivos tanto individuales como colectivos.
- Gestionar un cambio.
¿Qué papel tienen las empresas para fomentar el cambio?
Para poder hacer que el coaching sea el punto diferencial a la hora de conseguir una buena cultura preventiva activa, se necesita que la empresa se comprometa al cambio de manera firme para proteger la salud y la seguridad de su organización.
Otro punto necesario será llevar a cabo una buena gestión personal con el objetivo de darles una meta en común que aumente la productividad, manteniendo las condiciones de trabajo en un punto bastante alto. Todo esto solo será con el fin de conseguir una excelente calidad de resultados.